Las TICs son hoy en día nuestra principal herramienta diaria, tanto social como educativa. Pero, ¿lo son para todos por igual?
Os presento un artículo muy interesante de la revista COMUNICAR en el que se trata este tema.
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Os hago un pequeño resumen:
Investigación ex post facto para comprobar y demostrar la importancia de la utilización de las TICs en la intervención del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, en este caso concreto, en alumnado con autismo.
Se basa en la elaboración, implementación y evaluación de un software dedicado a la mejora de la comprensión de emociones y la competencia social. De esta forma, y tras los buenos resultados obtenidos, manifiestan su iniciativa en el fomento de la inclusión digital como elemento curricular integrado en las intervenciones educativas, destinadas a la atención a la diversidad.
Esta inclusión digital supondría la erradicación de la brecha digital de acceso y dominio en las TICs desde el sistema educativo formal, mejorando la calidad de vida de los estudiantes con necesidades, así como el incremento de su participación en la sociedad.
Adjunto, también, un mapa conceptual sobre los aspectos más importantes del mismo.
Mapa conceptual
Interesante, ¿verdad? Pues creo que el siguiente comentario crítico del artículo te puede interesar:
Las TICs se han convertido en un recurso muy potente y útil para el ámbito educativo y para la sociedad en general. Sin embargo, la inclusión de las mismas para atender a la diversidad aún está por determinar. Este es el tema central en el que se basa el artículo seleccionado, objeto de análisis, en el que se ha llevado a cabo una investigación para demostrar los beneficios que la intervención mediante TICs puede llegar a aportar a los alumnos menos privilegiados.
Se ha elaborado un software basado en una presentación multimedia que se ajusta a las características de los alumnos con necesidades, principalmente en su ritmo de aprendizaje, para fomentar la comprensión de las emociones y mejorar así su competencia digital.
Realmente el alumnado con autismo (TEA), presenta unas habilidades sociales muy particulares, derivadas de su alteración y características propias de su trastorno. Su intervención educativa se convierte en un desafío, pues es imprescindible la adaptación de toda la atención para que ésta se ajuste a las peculiaridades propias de cada alumno TEA en concreto.
Como bien se expone en el artículo, las TICs componen todos esos elementos que facilitan el acercamiento a la información de este alumnado, así como la mejora de la construcción de su conocimiento y su incremento en la mejora comunicativa.
Es necesario remarcar su alusión a la brecha digital, entendida ésta como la discriminación que se produce al existir grandes diferencias en cuanto al acceso y el dominio de las TICs, por parte del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo. Pues la inclusión TICs no es una mera presencia de las mismas en el aula, sino que debe suponer un trato responsable, intencionado y organizado de las mismas para ser presentadas y conseguir hacer un uso correcto y habilidoso de ellas.
Aunque el título del artículo parezca que se centra en el mero análisis de un software puesto en práctica, la finalidad de los autores va mucho más allá, ya que especifican la necesidad de la implementación de las TICs en todo el sistema educativo, suponiendo esto el tener en consideración a la diversidad del alumnado que compone la comunidad educativa y la eliminación de cualquier exclusión educativa, y por tanto social, que de ellas se pudiera derivar.
Tengo que decir que supone un artículo que muestra una doble vertiente; una investigación experimental-analítica y una argumentación de posicionamiento. De hecho, esta dualidad me parece de lo más acertada, pues considero que toda investigación debe tener como finalidad la comprobación de unos pensamientos que surgen ante problemas encontrados y que generan incertidumbre a quien los ha considerado.
Extrapolado esto al ámbito educativo, refleja cierta implicación y responsabilidad hacia un sector considerado vulnerable, que hoy por hoy aún sigue siendo una “minoría” que no se tiene en cuenta ante los avances y a la que se le sigue discriminando, aunque sea de manera inconsciente, mediante aspectos tan corrientes como son una práctica didáctica, el uso de unas herramientas pioneras y normalizadas o generalizadas a nivel social y una respuesta educativa a necesidades crecientes.